Apela al Supremo para que le apruebe el carnet de conducirEl Alto Tribunal rechaza la pretensión de la mujer, que gastó 12.000 euros en clases
(de laopinión.es)
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SANTA CRUZ DE TENERIFE La desesperación de una mujer del norte de la Isla le llevó a recurrir al Tribunal Supremo (TS) para poder aprobar el carnet de conducir. Esta tinerfeña llegó a gastar cerca de 12.000 euros para obtener el permiso sin que este desembolso tuviera ningún rendimiento positivo. La mujer consideró injusto el resultado del último examen práctico realizado el 11 de julio de 2005, en el que fue declarada no apta para estar al frente de un volante. Por ello acudió primero al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) y luego al Supremo, que ahora acaba de desestimar de nuevo sus pretensiones. La alumna había denunciado que la valoración de la prueba era "incorrecta" y lesionaba derechos y libertades susceptibles de amparo constitucional y más en concreto el de seguridad jurídica.
La tinerfeña planteó en los tribunales que la dirección de la autoescuela El Tejar, donde recibió formación, había pedido antes del examen una aclaración sobre el comportamiento que debía seguir un conductor ante la combinación en semáforos en los que a la vez hay una luz roja fija y una amarilla intermitente con una flecha negra en su interior. La respuesta no llegó a tiempo y mientras, sus profesores interpretaron que en estos casos debía detener el vehículo. La mala suerte hizo que precisamente durante su prueba se encontrara en esta situación ante lo que optó por actuar tal y como le habían enseñado en la autoescuela.
El problema fue que el examinador no estuvo de acuerdo y consideró que la alumna era "no apta". Los tribunales, en contra de lo que denunció la recurrente, rechazaron que el examinador hubiese actuado movido por la "arbitrariedad, desviación de poder u otra vulneración de las normas generales", tal y como denunciaba la aspirante a conductora.
La tinerfeña planteó en los tribunales que la dirección de la autoescuela El Tejar, donde recibió formación, había pedido antes del examen una aclaración sobre el comportamiento que debía seguir un conductor ante la combinación en semáforos en los que a la vez hay una luz roja fija y una amarilla intermitente con una flecha negra en su interior. La respuesta no llegó a tiempo y mientras, sus profesores interpretaron que en estos casos debía detener el vehículo. La mala suerte hizo que precisamente durante su prueba se encontrara en esta situación ante lo que optó por actuar tal y como le habían enseñado en la autoescuela.
El problema fue que el examinador no estuvo de acuerdo y consideró que la alumna era "no apta". Los tribunales, en contra de lo que denunció la recurrente, rechazaron que el examinador hubiese actuado movido por la "arbitrariedad, desviación de poder u otra vulneración de las normas generales", tal y como denunciaba la aspirante a conductora.
Según el profesor Malaxechevarría, si el alumno no aprende es porque el maestro no le ha enseñado. Y si, encima, le enseñan mal, la pobre mujer no tiene alternativa. Ahora bien, un poco de cachondeo sí demuestra, apelando al TS.
Quizás hubiera sido más adecuado que molestar a tan ilustres magistrados, probar el procedimiento de la señorita que sigue:
Bueno, podría ser una buena solución.
ResponderEliminarLa creación ha dotado a las féminas de inmensas virtudes que carecemos los varones, pero la del manejo de máquinas con motores y muchos botones y palancas les resulta imposible, aunque haya excepciones.
ResponderEliminarSabemos por experiencia comprobada que la máquina que más dura a las féminas sin romperse es la lavadora automática porque sólo hay que dar a un botón.
Un carro de combate o una grua durarían en sus manos un par de horas.
Por otra parte las féminas, por instinto natural, miran el espejo de cortesía encima del volante pero jamás osan mirar el espejo retrovisor. Con lo cual siempre ignoran si llevan detrás uno dos mil coches en cola esperando a que siga o se aparte, y le da lo mismo mover la palanca del intermitente izquierdo para girar a la derecha. Lo considera asunto ajeno a ella.
La solución de la tinerfeña podría venir por donde Ud. indica : imitar a la de la foto ante el examinador.
Ay, pobre...
ResponderEliminarYo apelaría al Constitucional. Visto lo visto, tiene muchas posibilidades de que le digan que vale.
D. MAMUMA:
ResponderEliminarDesde luego.
D. Javier:
ResponderEliminarMe gustaría saber la marca de esa lavadora de un solo botón; la mía tiene un cuadro de mando parecido al del Jumbo 747.
Como bien dice, hay excepciones entre las conductoras. Las he visto de taxistas y llevando un bus de la EMT y lo hacían bastante bien.
Como observará, prefiero no generalizar en cuanto a la pericia de las choferesas, por si acaso.
Dª maharani:
ResponderEliminarTiene razón, igual allí se lo aprueban. Han dado ejemplo de sentencias bastante curiosas.
Sea en covhe, sea a pie, lo que caracteriza a una mujer es que actúa como si estuviera sola en el mundo. Ella a lo suyo.
ResponderEliminarCAPITÁN TRUENO:
ResponderEliminarAsí es, y nosotros, a aguantar.
Nota: Por ser mañana viernes fiesta en Madrid, me despido de la parroquia hasta el lunes.
No preguntar de qué fiesta se trata pues lo ignoro.
Y dice Vd. que la chica de la foto era la primera vez que se presentaba al examen. Yo creo que no.
ResponderEliminarY si así fuera yo no la aprobaba ni a tiros.
Pero si con esa pasta compras al examinador a la autoescuela y además te llevas de copiloto el día del examen a la de la foto...
ResponderEliminarY después de aparcar se iría a la acera dando un largo paseo... vaya tropa.
D. Laslo:
ResponderEliminarDepende del punto de vista. Yo creo que merece un 10.
D. isra:
ResponderEliminarNo estaría mal llevar de copiloto a la de la foto. Aunque fuera con las pantaletas puestas.