Una turista británica, de 21 años, sobrevive a una caída desde el tercer piso de un hotel en Tailandia.
(de Metro.co.uk)
Romany Mitchell, la turista del “balconing”, ha estado una semana en el
hospital tras la caída de 9
metros . Los amigos de Romany dicen que se habían estado
tomando unas copas en un bar y que, seguramente, alguien echó alguna droga en el vaso de la
chica.
Un oficinista del hotel dijo: “Era su primera noche en el hotel y la vi
volver sola en un taxi, aunque había salido con unos amigos. Parecía disgustada y lloraba”.
El incidente ha inducido al Foreign Office a recordar a los turistas británicos que deben tener mucho cuidado
cuando estén en un hotel con balcones.
El viejo truco de "los polvitos en la copa" ya no cuela y ni siquiera el Foreign Office se lo ha tragado, pues no ha llamado a consulta al embajador de Tailandia ni enviado a la royal navy para localizar al infractor. Está clarísimo que la Romany agarró una pea de categoría y procedió a practicar el deporte favorito de la juventud británica: el salto del balcón. En la Costa Brava conocen bien la jugada, aunque allí suelen hacer el salto a la piscina, aunque no siempre acierten.
ADD: Ruego a mis ilustres comentaristas me disculpen si no contesto a su tiempo vuestras entradas, pero tengo una nueva cita con el retinólogo esta mañana y creo que me va a obsequiar con un nuevo pinchazo en el ojo derecho, así que permaneceré un par de días fuera de combate.
ADD: Ruego a mis ilustres comentaristas me disculpen si no contesto a su tiempo vuestras entradas, pero tengo una nueva cita con el retinólogo esta mañana y creo que me va a obsequiar con un nuevo pinchazo en el ojo derecho, así que permaneceré un par de días fuera de combate.
Que su cita con el RETINÓLOGO sea grata y le deje, otra vez, los periscopios en perfecto estado de revista. Y no se pruecupe más del estado de Romany que seguro que con ese "colchón" que lleva delante le protege de sus peas aunque se tire del Empire State.
ResponderEliminarGracias por sus deseos, pero han pospuesto la intervención para la próximna semana.
EliminarDel Empire State no se lanzará la chica porque no hay piscina en la calle.
Hay los polvitos
ResponderEliminarSuerte
Gracias, Don Mamuma. De los polvitos hay que cuidarse mucho.
EliminarLa pobre Romany quiso practicar el "balconing", pero por culpa del polvito que le echaron en el whisky, olvidó mirar hacia abajo para ver si estaba en su lugar la piscina o la habían cambiado de lugar...
ResponderEliminarP.D. el retinólogo ya deber ser su amigo, por lo que presumo lo tratará muy bien...
Para evitar esos olvidos, la Romany debería estar más atenta a su copa de whisky y evitaría que le echen esos polvitos.
EliminarPresume bien, mi amigo me ha dado una semana de descanso.
La han salvado los airbags delanteros.
ResponderEliminarPosiblemente; siempre resulta ventajoso llevar bien protegidas las zonas vitales.
EliminarA lo mejor e que se asomó al balcón, vio un prado lleno de pepinos y pensó en darse una alegría... no sé, o es una borrachuza hecha polvo que no sabe beber.
ResponderEliminarY esa aguja ¿la introduce mucho en el ojo o se limita a la superficie más superficial?
Siempre se ha recomendado beber con moderación y estar al loro para evitar que le echen algún polvo perjudicial con alevosía.
EliminarNo se preocupe por la aguja, solo tiene 6 cm de largo.
Tiene pinta de pedo llorón por desprecio de maromo con enhiesto interés en otras guiris y depre etílica.
ResponderEliminarIntento de suicidio balconero y como al suicida de Santa Teresa, se le apareció Dios en el camino para absolverla y la Virgen (o efectivamente los airbag de reglamento) en el resultado del peñazo subsiguiente.
Y cuide usted los clisos que bueno es poder ver las maravillas que acompañan sus entradas comúnmente.
No me había percatado de los detalles que cita respecto a Romany, posiblemente encandilado por esos curiosos tatuajes que lleva en el brazo.
EliminarEl salto del balcón no le causó graves lesiones gracias al airbag de fábrica que posee.
Tenga Vd. la seguridad de que cuidaré los clisos aunque no sea más que para apreciar las maravillas de este mundo.