Un cura-taxista ofrece un confesionario sobre la marcha
(de oddity central)
Buenas noticias para los neoyorkinos: ya no es necesario ir a la iglesia para confesar tus
pecados. Gracias a Joseph Djan, un
pastor evangélico de 52 años que, además es taxista, el confesionario se ha
mudado de la iglesia a un taxi de Nueva York.
El padre Joseph considera que su taxi es una “iglesia sobre ruedas”. “Me
permite conocer a un montón de gente y ofrecer mi ayuda espiritual si es
preciso”, dice.
Cuando los pasajeros se dan cuenta de que es un cura, suelen abrir sus
corazones. Esto es lo que sucedió con uno de sus clientes, un “gay” que tenía
miedo de “salir del armario”
“Cuando se percató de que yo era un cura, me dijo que quería confesarme algo
que no había dicho a nadie y que se sentía culpable por mentir sobre su
homosexualidad”, dice Djan. “Le contesté que todos tenemos secretos y que hay
que salir del armario de una forma u otra. Lo noté muy aliviado cuando bajó del
taxi”.
Me extraña que los pasajeros no se den cuenta enseguida de que el gachó es un cura, con esas vestimentas. Tal vez sea porque los despista ese anuncio, tan poco santo, que lleva el tasi en el techo.
Un buen ejemplo a seguir en España, el de este clérigo. Sospecho que iba a llevar el taxi siempre ocupado.
¿Usted cree que iba a llevar el taxi completo por anunciarse como cura? En mi pueblo los curas sólo saben dar mítines políticos y dudo que puedan salirse de esa matraca. También tienen otra costumbre "muy social" : salen todos los días a tomar "txikitos" por los bares a media tarde.
ResponderEliminarPensándolo un poco más, creo que hay más de un taxista en Madrí que es cura. Lo digo porque algunos llevan conectada la "Radio María" y otros porque no paran de "pegar la hebra" todo el trayecto.
EliminarSupongo que los de aquí no le pegarán al txikito pero sí al Fundador.
La que sí que llenaba el taxi es la Piular Rubio. ¡Hay que joderse como está la gachí! Aunque seguro que ligarse al mamarracho de Ramos le da más pasta
ResponderEliminarEs el problema de estas monadas, prefieren a un cantamañanas que a personas de categoría como Vd. y un servidor.
EliminarNunca subiría a un taxi conducido por un cura a confesar mis pecados, sin saber si me lleva al Cielo o al Purgatorio...
ResponderEliminarTiene razón, porque el trayecto sería directo y, encima, habría que pagar la carrera.
EliminarPáseme la matrícula del taxi por favor señor Bwana, para enviársela a mi amigo James.
ResponderEliminarLamentablemente desconozco la matrícula, pero el dato de Fleshdanzers puede ser una pista.
EliminarMe temo que era un marujo monflorita antes que nada, cualquier día acaba en el programa de Jorge Javier
ResponderEliminarNo me extrañaría nada, sabiendo lo bien conectados que están estos elementos.
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