Ayer recibí la visita de mi antiguo compañero de la escuela de ajedrez, Sergey Voronov, acompañado por su perro YURI, un komondor precioso, que me dió la impresión de estar pasando calor en estos días extraños que se viven en Madrí.
Sergey no ha vuelto a participar en torneos tras la humillante derrota, 1/2 punto de 8 posibles , que sufrió en el torneo de París a principios de año. Ahora se dedica a la crianza de estos extraordinarios perros y pretende establecerse en España. Con ese objetivo, acaba de comprar una granja en el Pirineo, cerca de Sort y me ofrece una participación en el negocio.
Sergey se ha creído que, después de mis contactos con petroleros, soy un potentado y, cuando le digo que ando mal de liquidez y a pesar de que lo invito a un Benedictine "on the rocks", se ha marchado de casa bastante disgustado y soltando unos cuantos tacos en surzhyk. Lo siento mucho, de verdad, aunque agradezco la barrida de polvo con la que me ha obsequiado el perro en el salón; ha dejado el parquet como los chorros del oro.
Copio, a continuación, unas referencias sobre estos extraños canes:
El komondor es un perro pastor húngaro de ancestros asiáticos. Es una raza muy antigua, por lo que no se conocen sus orígenes, pero se piensa que entre sus ancestros se encuentran perros tibetanos que habrían llegado a los cárpatos húngaros junto a las tribus nómades magiares.
Excelentes perros pastores y de protección, los komondor eran muy apreciados por los magiares. Sin embargo, por su fuerte carácter y su pelaje poco convencional, la raza nunca logró ser muy popular fuera de las zonas rurales de Hungría. Hoy en día se pueden ver algunos komondor en exposiciones caninas y como mascotas, pero esta raza es rara y poco conocida.
No se cómo se manejarán con la limpieza del cuarto de baño pero, para barrer y fregar el suelo ,son sensacionales.
Eso es una fregona con patas, Don Bwana, y si no tuvieran mal genio como dice se les podría utilizar como tales fregonas en cuanto se moje el piso en cualquier parte de la casa.
ResponderEliminarClaro que para salir a pasear con uno de ellos previamente debiera de disfrazarse para no ser reconocido por los vecinos y amigos pues tendría que recitar una explicación repettitiva sobre lo que son esos "benditos" que lleva con correa en la mano.
No se me ocurriría sacar a pasear a un bicho tan raro pues, como dice, los vecinos pensarían que estoy chalao, sacando a pasear a la fregona.
EliminarPrefiero llevar a Peggy, que cabe en un bolsillo.
Al menos le ha dejado el salón como los chorros del oro.
ResponderEliminarEl problema será peinarlos.
Esa limpieza, lleva razón, es de agradecer.
EliminarParece que ya vienen peinados de origen, así que no hay problema.
¿Porqué no se dejan crecer ustedes el pelo del cuerpo y prueban a fregar el suelo y dejan tranquilo al pobre perro? Los voy a denunciar a la Asociación Protectora de Animales. Y dígale a su amigo que siga practicando ajedrez y lleve al perro a corretear por el Tibet o Hungría y no hacerlo sufrir en este impredecible climático Reino.
ResponderEliminarEl problema, Dª Lucrecia, es que, por mucho que nos dejemos crecer el pelo, nunca llegaría a igualar al del perro, con el inconveniente adicional de que algunos podrían hasta producir arañazos en el parquet.
EliminarLe trasmitiré su mensaje al amigo Sergey.
¿Hasta cuando la huelga de limpieza?... Una verguenza!... Papeleras desbordadas, basura esparcida por doquier, transeúntes esquivándola a duras penas, olor a orín, aceras pegajosas, comida putrefacta en el suelo y además el botellón del fin de semana.... Cuando van a salir la alcadesa, los vecinos, los turistas y Sergei con la perra fregona a limpiar las calles!...
ResponderEliminarLo de la huelga de limpieza no hace más que confirmar que nos gobiernan unos inútiles, incapaces de resolver los problemas que preocupan al personal. A veces me da la impresión de que están esperando a que el desastre "se arregle solo".
EliminarA la pobre perra-fregona no la metamos en este fregado pues está correteando por el Tibet, como Vd. recomendó.