(de la razón.es)
Tao Hsiao, 38, decidió quitarse la vida después de que su novia se negara a dejar de comprar. Los hechos sucedieron en un centro comercial de la provincia de Jiangsu, al este de China. Hsiao y su chica llevaba cinco horas de tienda en tienda. En ese momento, el hombre insistió en regresar a casa. Ella se negó e insistió para entrar en otra tienda más. Hsiao no aguantó más, soltó las bolsas que llevaba, saltó por encima de la barandilla y se precipitó contra el suelo. Un testigo relató que la pareja comenzó a discutir y que la víctima le dijo a su novia que "ya tenía bastantes zapatos, más de los que se podría poner en lo que quedaba de vida y que era absurdo continuar de compras", informa "DailyMail".
En ese instante, ella respondió de manera desmesurada, comenzó a gritarle, le acusó de ser un tacaño y de haberle echado a perder la Navidad. La discusión terminó de la peor manera posible. El hombre tiró las bolsas al suelo, saltó al vacío desde la séptima planta del centro comercial y cayó sobre las decoraciones de Navidad antes de golpearse contra el suelo, ante la mirada de terror de los compradores, que comenzaron a huir presos del pánico.
Los servicios de emergencia se trasladaron hasta el lugar de los hechos pero no pudieron hacer nada por salvarle la vida. Un portavoz del centro comercial explicó que "el cuerpo fue retirado rápidamente. En realidad, aterrizó sobre uno de los puestos del mercado y luego cayó al suelo. A pesar de que el centro estaba repleto de gente, no dañó a nadie". "Este es un incidente trágico, pero esta época del año puede ser muy estresante para muchas personas", añadió.
Tiene que ser terrible ir de tiendas con una compradora compulsiva que, por lo visto, existen en cualquier parte del mundo. No me extraña la reacción del pobre Tao.
Mi suegro me contaba que, en una visita a Londres, sacaba a pasear a su señora por la Oxford Street los domingos, para que disfrutara de los bonitos escaparates que abundan por allí, sin peligro para el bolsillo. Una buena técnica antaño, porque hoy día muchas tiendas, especialmente las caras, suelen abrir los domingos y feriados.
Mi suegro me contaba que, en una visita a Londres, sacaba a pasear a su señora por la Oxford Street los domingos, para que disfrutara de los bonitos escaparates que abundan por allí, sin peligro para el bolsillo. Una buena técnica antaño, porque hoy día muchas tiendas, especialmente las caras, suelen abrir los domingos y feriados.
-Yo es que prefiero, antes que comprar, que me traiga regalos Mamá Noel, y si quiere quedarse a estrenarse.....digoooo a estrenarlos conmigo, tampoco me importa
ResponderEliminarPara que le traiga regalos, tendrá que escribirle una carta pidiéndolos. Como todos saben, hay que dirigirla al Apartado de Correos Nº 111, Kouvda, (Finlandia).
EliminarQue tenga suerte.
Pues mire, Don Bwana, con Mamá Noel aguantaría bastante aunque nunca cinco horas de tiendas.
ResponderEliminarTao debe de ser homenajeado por haber aguantado tanto. Y peor es dejarlas a ellas solas irse de compras si llevan una tarjeta de crédito que se carga a nuestra cuenta personal.
Siempre he dicho que las damas son muy ahorradoras y buenas administradoras pero de su propio dinero. No del ajeno.
Tiene razón, el Tao merece una estatua por su enorme paciencia.
EliminarPosiblemente tuvo la idea de salir de compras con la novia, antes de casarse, para saber de qué pie cojeaba la interfecta, pero le salió el tiro por la culata.
Ese tío es un flojo, es peor llegar a casa después de esas 5 horas con las manos vacías porque: todo es horroroso, no me queda nada bien, no hay de mi talla, no me gusta ese color, o NO HAY NADA QUE ME GUSTE en una zapatería con, aproximadamente, 700 modelos diferentes... y lo peor de todo es que yo soy de gatillo fácil y a la menor ocasión saco la tarjeta y me veo con ropa que no necesitaba intentando meterla con calzador en el atestado armario...
ResponderEliminarPido disculpas por mi dificultad para interpretar el sentido de su comentario, a pesar del magnífico estilo que le caracteriza. Lo he releído varias veces y no termino de entender cómo, saliendo de compras con la señora, es Vd. el que termina comprándose la ropa que, encima, no le es necesaria.
EliminarNo debe de haberme sentado bien el chuletón de Ávila que me he desayunado esta mañana; espero estar menos amodorrado mañana.
Tao cometió un grave error. Tendría que haberla arrojado a la novia por la barandilla, para terminar de una vez por todas con la compradora compulsiva...
ResponderEliminarSi Tao hubiera actuado como Vd. sugiere, ahora se encontraría en prisión o, quizás peor, colgando de la horca, en vez de estar disfrutando del Paraíso.
EliminarLa verdad puedo llegar a comprenderlo porque soy una señora bastante rara y detesto probarme cosas y perder mucho tiempo en las tiendas, aunque también puedo tener algún día concreto en que me resulte apetecible dar vidilla a la tarjeta, es cierto que libera endorfinas...de todos modos, qué mal anda la peña del coco ¿no?
ResponderEliminarAdmirable comportamiento éso de no perder demasiado tiempo en las tiendas; tuve la fortuna de encontrar una compañera que era igual y tenía que ser yo el que la animara a comprarse cosas.
EliminarGente tocada del coco abunda por todas partes.