(de Muyinteresante)
Investigadores del Instituto de Tecnología de California (Caltech), en Estados Unidos, han vinculado la aversión humana a la pérdida de dinero a una estructura específica del cerebro, la amígdala. El estudio, publicado en el último número de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), aporta nuevos datos sobre la conducta económica y sobre el papel de esta estructura cerebral con forma de almendra, que registra las reacciones emocionales rápidas y está implicada en la depresión, la ansiedad y el autismo.
En sus experimentos, los investigadores examinaron a dos pacientes cuya amígdala había sido destruida por una rara enfermedad genética. En la prueba, se preguntaba a los sujetos si participarían en una apuesta en la que había una probabilidad equilibrada de ganar 20 dólares o perder 5 dólares, un riesgo que la mayoría de las personas aceptaría, y si realizarían una apuesta 50/50 de ganar 20 dólares o perder la misma cantidad, un "riesgo" que habitualmente rechazamos.
Los dos pacientes con la amígdala dañada eligieron las apuestas arriesgadas más a menudo que individuos de la misma edad y educación que no presentaban lesiones en esta área del cerebro. De hecho, su aversión a perder dinero era casi inexistente, hasta el punto de comportarse de manera imprudente. Según explica Benedetto de Martino, responsable del estudio, “la aversión a la pérdida monetaria se ha venido estudiado en economía de la conducta, también en monos, pero esta es la primera vez que se trabaja con pacientes que carecen por completo de ella”.
Colin Camerer, coautor del estudio, concluye que los resultados demuestran que “la amígdala es crítica para desencadenar un sentido de precaución a la hora de hacer apuestas en las que se podría perder”. Esta función de la amígdala, añade, podría ser similar a su papel en el miedo y la ansiedad.
Confieso que es la primera vez que oigo hablar de amígdalas en el cerebro; en mi ignorancia pensaba que se hallaban escondidas dentro del pescuezo. Apoyaba esta impresión el hecho de que me sometí a la extirpación de las mismas durante mi juventud y recuerdo muy bien que me tuvieron un buen rato con la boca abierta mientras me hacían una carnicería y no noté que me trepanaran el coco para quitarlas.
Pese a carecer de esos órganos soy bastante precavido a la hora de arriesgar mi dinero, por lo que supongo debo mantener intactas esas otras extrañas amígdalas del estudio.
Por eso. por carecer de amigdalas cerebrales, es por lo que seguramente apuestan los Matas y demás chorizos de otros partidos y llevarse crudo todo lo que encuentran delante que no sea suyo.
ResponderEliminarBueno. quizá tu versión sirva para que se cree una nueva ATENUANTE en el código penal.
Amígdalas en el cerebro no sé, pero que estos tiene el culo en la cabeza seguro.
ResponderEliminarO sea, que la tacañeria de mi tio es un problema orgánico.
ResponderEliminarSiempre he pensado que hay en EEUU unas cuantas universidades con un presupuesto para investigación tremendo y que tienen que justificár de algúna manera.
El dia que decidan investigár sobre aplicaciones útiles de medicina llegaremos a sér immortales de verdád. ¡¡Vaya pandilla de vividores!!.
D. Javier:
ResponderEliminarModificar el código penal para quelos chorizos sin amígdalas reciban un castigo más leve del que reciben ahora, produciría un atasco en las salas de operaciones. Mejor será dejar
la cosa como está.
D. isra:
ResponderEliminarEstoy de acuerdo; basta oirles hablar para notar por donde evacuan el intestino.
D. rodericus2009:
ResponderEliminarSe ve que esos científicos prefieren utilizar su tiempo en majaderías. Estoy totalmente de acuerdo con su opinión sobre una mejor utilización de esos dineros.
D. Bwana, no se preocupe. Si todavía tiene usted amígdalas, los talibanes que ya se pasean por Granada, se las cortarán junto a los cataplines.
ResponderEliminarCuente usted conmigo para impedírselo. Un abrazo, amigo.
Córdoba, ataque a la Mezquita, llega el terrorismo callejero islamista
Invaden la Catedral de Córdoba
D. Alfredo:
ResponderEliminarPensaba que si me abstenía de ir a Granada, podía salvarme, pero ahora me cuenta un amigo que ha llamado al servicio técnico de Vodafone y le contestan en árabe.
Cuento con su ayuda.
Buenas tardes, Bwana.
ResponderEliminarNo es por chafar el estudio de los californianos, pero para llegar a esas conclusiones me parece un poco escasa una muestra de dos individuos. Además podría dar la casualidad de que ambos fueran ludópatas.
Pues me temo, D. Bwana, que el señor Matas (Jaume) tiene una par de amígdalas cerebrales hiperdesarrolladas a juzgar por su afán de acumular euros.
ResponderEliminarNada D. Bwana, que entre los del IVA y los desmanes de los "peperos" estamos listos.
Dª Maharani:
ResponderEliminarEfectivamente, han sacado unas conclusiones demasidao apresuradas.
D. Carlos:
ResponderEliminarUn panorama desolador. Menos mal que, después de la semana santa, nos pillan confesados.
Mis anginas cerebrales me están llevando a la ruina, por lo menos ahora ya se que decirle al señor mastercard cada vez que me amenaza con anularme su tarjeta.
ResponderEliminarGracias por la info.
ladymissjo.blogspot.com
Dª Chocolat Soul:
ResponderEliminarComo le digo a D. rodericus2009, estoy de acuerdo con que se pierden muchos esfuerzos en estas majaderías. Ya podían dedicarse a, por ejemplo, descubrir por qué las lagartijas cada vez que pierden la cola sacan una nueva y nosotros no.
Dª LadyMissJo:
ResponderEliminarEspero que los mastercard acepten la excusa.
Gracias.