Llega la pastilla inteligente
(de Muy interesante)
Ingenieros de la Universidad de Florida (EE.UU.) han creado una cápsula que incorpora un pequeño microchip y antena y que, tras su ingesta, avisa de que un paciente se ha tomado su medicina. Según Rizwan Bashirullah, creador del invento, esta píldora inteligente podría ser muy útil en enfermos que olvidan si se han tomado la medicación, o simplemente se despistan y no la toman a diario.
La píldora consta de una cápsula con un microchip y una antena que ha sido impresa en su superficie usando tinta no tóxica de nanopartículas de plata. La antena es biocompatible y se disuelve prácticamente en un 100%. Cuando la píldora es tragada, el microchip se lo comunica a un pequeño dispositivo electrónico externo (que en el futuro podría incorporarse al teléfono móvil), que a su vez envía un mensaje a un teléfono o a un ordenador, informando tanto al paciente como a los médicos y familiares, si fuera necesario.
Según la Asociación Americana del Corazón, el principal problema en el tratamiento de enfermedades hoy en día es que no se cumplen las prescripciones médicas. Estudios recientes muestran que los pacientes con enfermedades crónicas sólo se toman la mitad de las pastillas prescritas. Y que el 10% de las admisiones hospitalarias se debe a esta falta de constancia. Incluso se atribuyen 218.000 muertes anuales a este problema. “Usar la tecnología para ponerle remedio puede ser una buena idea”, asegura Bashirullah.
Ingenieros de la Universidad de Florida (EE.UU.) han creado una cápsula que incorpora un pequeño microchip y antena y que, tras su ingesta, avisa de que un paciente se ha tomado su medicina. Según Rizwan Bashirullah, creador del invento, esta píldora inteligente podría ser muy útil en enfermos que olvidan si se han tomado la medicación, o simplemente se despistan y no la toman a diario.
La píldora consta de una cápsula con un microchip y una antena que ha sido impresa en su superficie usando tinta no tóxica de nanopartículas de plata. La antena es biocompatible y se disuelve prácticamente en un 100%. Cuando la píldora es tragada, el microchip se lo comunica a un pequeño dispositivo electrónico externo (que en el futuro podría incorporarse al teléfono móvil), que a su vez envía un mensaje a un teléfono o a un ordenador, informando tanto al paciente como a los médicos y familiares, si fuera necesario.
Según la Asociación Americana del Corazón, el principal problema en el tratamiento de enfermedades hoy en día es que no se cumplen las prescripciones médicas. Estudios recientes muestran que los pacientes con enfermedades crónicas sólo se toman la mitad de las pastillas prescritas. Y que el 10% de las admisiones hospitalarias se debe a esta falta de constancia. Incluso se atribuyen 218.000 muertes anuales a este problema. “Usar la tecnología para ponerle remedio puede ser una buena idea”, asegura Bashirullah.
Este es uno de los inventos más absurdos que he visto. Si uno se olvida de tomar las pastillas que le ha recetado el médico, ¿cómo va a recordar tomarse el dispositivo ése? Terminarán inventando otro artilugio para comprobar si hemos tomado la cápsula de recordar si tomamos la pastilla.
¿No es más sencillo colocar la medicina que hemos de tomar al lado del teclado del PC, en la nevera, en el baño o en cualquier otro sitio frecuentado? El tal Rizwan Bashirullah da la impresión de ser un trilero.
Otro negocio basado en la ignorancia y admiración de las gentes o gentío por lo que funciona con alambres que no se ven.
ResponderEliminarPorque puestos a controlar que se olvidan o no de si hacen esto o lo otro, ¿quién controla a los que deben de mirar en el controlador o pantalla si han controlado lo que debían controlar?
Coincido con usted en lo absurdo del invento, me recuerda al chiste de Montse y el médico de la memoria. Además da una grima enorme.
ResponderEliminarBuá, mi suegra está sorda perdida y tiene 90 años, por mucho que le pite el móvil porque no se ha tomado las dos docenas de pastillas que se tiene que tomar diariamente no iba ni a escucharlo ni a entender el por qué de los pitidos. Y el pobre chisme se iba a volver loco, toldía pitando.
ResponderEliminarAh, que ya no sirven esos bonitos pastilleros con compartimentos que usaba mi abuela??? Y una preguntita... si te despistas mucho y te tomas 15 seguidas... te sigue avisando?
ResponderEliminarMenudo invento!
Me tendré que tomar un chisme de esos, que hoy se me ha olvidado tomarme las pastillas para la memoria. A ver si luego me acuerdo.
ResponderEliminar"cágate lorito"...(esto vale para las dos últimas entradas) sigo espectante su búsqueda incansable de las andanzas más o menos perogrullas del personal...
ResponderEliminarMe parece cojonudo, así acabarán con las enfermedades del corazón, muerto el perro muerta la rabia, si cada vez que se olvida suena la pastillica con un par de sustos, perdón, avisos, a tomar por culo el paciente.
ResponderEliminarBwwana, disculpeme si la contestación no tiene nada que ver con la notica, ahora mismo no recuerdo lo que he leído.
D. Javier:
ResponderEliminarEl controlador que lo controlare, buen controlador será.
Dª Maharani:
ResponderEliminarMe ha hecho reir al recordar el chiste de Montse.
Gracias
Estoy descostillada de risa
ResponderEliminarjajajaja
Hola!!!!!!!!!!
Tanto tiempo!!!
Cómo hiciste para sobrevivir sin mi?
Besos y besitos...Bwuanita...
Dª Ginebra:
ResponderEliminarVeo muy difícil una solución en el caso de su señora suegra. A lo mejor esas pastillas pueden tomarse juntas a cualquier hora del día. Lamento que no se me ocurra otra cosa.
Dª Cris:
ResponderEliminarLos pastilleros ésos todavía existen. El problema es recordar dónde se ha puesto.
Me temo que, tomándose quince de una sentada, el artilugio puede explotar.
D. aspirante:
ResponderEliminarUna solución podría ser colocar las pastillas al lado del ratón, con una nota que indique para qué sirven.
Dª Maribeluca:
ResponderEliminarMe parece muy bien su interés; procuraré mantener el nivel.
D. isra:
ResponderEliminarEfectivamente, la pastillita de control puede resultar peligrosa para corazones delicados.
Respecto a su olvido, la memoria gasta, a veces, esas malas pasadas.
Yo me he olvidado el móvil en la peluquería más de una vez.
Dª Rowen:
ResponderEliminarHa sido difícil soportar tu ausencia, pero he logrado sobrevivir gracias a mi amor al tango.
Gracias por los besitos, que devuelvo emocionado.
Pues los ingenieros de la Universidad de Florida compiten en estupidez con aquel que inventó el apéndice artificial. Será que no hay cosas importantes para hacer...
ResponderEliminarUn bico.
Dª Tuxina:
ResponderEliminarTiene razón, ya podían inventar cosas más útiles como, por ejemplo, una pastilla para comer empanada de berberechos sin engordar.
Un bico de mi parte.
¡ No saben lo que hacer !
ResponderEliminarD. mamuma:
ResponderEliminarAsí se entretienen y, de paso, adormecen al personal. (Algo parecido a lo que hace nuestro gobierno)