Lo que se consideraba ciencia-ficción, viajar en el tiempo, ahora lo apoyan los científicos
(de aolnews)
Si pudiera viajarse hacia el pasado o el futuro, ¿en qué dirección iría usted? Y ¿qué haría al llegar allí? Esto ha sido el argumento de muchas novelas, series de TV, películas y los sueños de algunos.
Ahora, dos de las mentes científicas más respetadas, dicen que el viaje en el tiempo puede resultar posible.
El físico americano, Michio Kaku, dijo a AOL News que, en la teoría de la relatividad de Albert Einstein, el concepto del tiempo es como un río. “Ya en 1935 Einstein consideró la posibilidad de usar los agujeros negros (teóricamente agujeros en el tiempo) como posibles caminos para viajar”
“Los agujeros negros distorsionan esa fábrica de espacio-tiempo y puede demostrarse que si se introduce uno en un agujero negro, en principio puede ir a otro punto del espacio-tiempo”
Por su parte, el conocido físico Stephen Hawking está de acuerdo en que existe una cuarta dimensión o “el recorrido en el tiempo y en el espacio”.
En la serie “Dentro del Universo” (del canal Discovery), Hawking sugiere que los agujeros negros pudieran ser útiles para conseguir viajar en el tiempo.
En un artículo del Daily Mail, Hawking, que se refiere a sí mismo como “un físico cósmico algo soñador”, apunta si no sería posible abrir un portal al pasado o hallar un atajo al futuro utilizando las leyes de la naturaleza.
“El viajar en el tiempo se ha considerado una herejía científica. He tratado de evitar hablar del asunto para que no me etiquetaran como un loco, pero últimamente no voy a ser tan precavido”, dijo Hawking, Reconoce estar obsesionado con el tiempo y sugiere que, para entenderlo, es importante considerar la cuarta dimensión.
Dejando de lado, de momento, todas las reglas científicas, ecuaciones y tecnología necesarias para que el viaje en el tiempo sea una realidad práctica, ¿cómo se resolverian los peligros de meterse en un agujero negro? ¿Permanecería abierto el agujero mientras uno trata de trasladarse al otro lado?¿Si uno viaja al pasado, conoce a su padre antes de haber nacido y lo mata accidentalmente, significa que uno dejará de existir? Kaku dice que son cuestiones que Hawking está analizando.pero que, en su opinión, no son problemas. “Usted habrá matado al padre de otra persona, pues en esa fecha Vd. no existe, si no que ha saltado a la corriente del río del tiempo”.
Hawking piensa que viajar al futuro es absolutamente posible. “Si queremos viajar hacia el futuro sólo necesitamos velocidad, auténtica velocidad. Para viajar en el tiempo tendremos que ir dos mil veces más rápido que los 40.000 km/hora del Apolo 10. Y para conseguirlo precisamos un aparato mucho mayor, una máquina enorme que pueda acelerar a casi la velocidad de la luz, durante seis años a potencia máxima”.
Kaku, por su parte, ofrece dos escenarios alternativos para entrar en una máquina del tiempo:
“Una es la posibilidad de que alienígenas ya tengan la máquina y vengan a la Tierra; la segunda es que nuestros descendientes, que han avanzado mucho, logren construirla.
Por lo tanto, si un día alguien llama a su puerta y pretende ser el tatarabuelo de su tatarabuelo, no dé un portazo”.
Preguntado sobre qué dirección preferiría para ese viaje, Kaku dice:
“Preferiría ir al futuro. La naturaleza nos da un margen limitado de vida y todas las cosas interesantes, universos paralelos, antimateria, etc. están fuera del espacio de vida. Por lo tanto, yo quiero ver más allá de mis años”.
Ya me he metido anteriormente en este jardín y he salido con los zapatos embarrados. Pese a mi ignorancia en el asunto, repito la imprudencia por el enorme interés que me producen los misterios del Universo.
Si estos sesudos caballeros creen en esas cosas, habrá que empezar a tomárselo en serio. Al contrario que el Dr. Kaku, yo preferiría viajar al pasado y tratar de arreglar algunas chapuzas que dejaron nuestros antepasados, si fuera posible. Por ejemplo, al que inventó esa máquina diabólica y ruidosa que usan los jardineros para levantar polvo y al del artilugio ése que corta mosaicos, los recluiría en un manicomio con la camisa de fuerza colocada permanentemente.
Sin embargo me temo que, de ser realidad un viaje tan interesante, ni podríamos alterar las cosas, ni siquiera seríamos visibles para los ciudadanos de la época. Imagino que circularíamos como auténticos fantasmas, con la única ventaja de observar sin ser vistos (un detallazo para los "voiyeurs"). Sería interesante trasladarse a Roma, en la época del emperador Tarquino, para comprobar in situ cómo eran las bacanales que tan bien describió Joaquín Belda.