Nace el turismo reproductivo para lesbianas.
Un nuevo paquete turístico dirigido a las lesbianas ofrece la posibilidad de pasar unos días de descanso en un lujoso hotel al borde del mar y seguir un tratamiento de reproducción asistida en una prestigiosa clínica de Alicante.
"Nuestro paquete permite combinar unos días de descanso y playa, con la posibilidad de ser madre; vamos a hacer realidad el sueño de muchas lesbianas", ha explicado una representante de la empresa de servicios turísticos para gays Rainbow Tourism, María José Rico, que se ha aliado con el Instituto Bernabeu. Especializado en programas de fertilidad y reproducción asistida, el Instituto Bernabeu cuenta con cuatro clínicas en Alicante, Benidorm, Cartagena y Elche, y un departamento de atención internacional para promocionar el "turismo médico", ha explicado la gerente, Sómnica Bernabeu."Aquí nace una 'joint-venture' estupenda", ha afirmado Bernabeu, tras explicar que la clínica ya había "detectado una gran necesidad" en el mercado gay, en especial de países en los que las leyes que regulan la reproducción asistida son más restrictivas que en España. El nuevo paquete se va lanzar en la próxima feria de turismo de Londres y estará dirigido especialmente a lesbianas de Alemania, Inglaterra, Suiza, Austria e Italia, países donde "la ley es mucho más restrictiva y no permite la reproducción asistida para mujeres solteras y además hay muchísimos vuelos diarios, por lo que es muy cómodo", ha dicho Bernabeu. También se publicitará en Canadá y Estados Unidos, donde "la ley permite todo, pero los precios son una barbaridad, casi diez veces lo que en España", ha precisado. Lo que no ofrece el paquete es un precio global ya que depende de la técnica reproductiva que sea necesaria y varía desde los 1.000 euros de una inseminación artificial hasta los 7.500 de una "ovodonación con semen".Por su parte, Rainbow Tourismo propone para esas futuras madres una habitación "en hotel de lujo a pie de playa" por 600 euros por persona, que incluye un masaje y un tratamiento de belleza, porque "se trata de un momento muy especial en la vida y la mujer necesita sentirse querida y especial", ha apuntado Rico.
Ocurrió en la ciudad de Adelaida, al sur de Australia. La razón es la falta de regulación en lo que a las donaciones de semen se refiere, lo que ha dado lugar a que 30 mujeres lesbianas de dicha urbe fueran inseminadas con semen del mismo hombre.
Los niños, que nacieron hace una década, no se conocen entre ellos ni tienen la menor idea acerca de quiénes son sus medio hermanos, de manera que, a medida que pasan los años y se acerca la adolescencia, aumenta el riesgo de que alguno se conozca por casualidad y cometa incesto sin saberlo.
En el sur de Australia es un práctica habitual identificar a los donantes de esperma, lo que ha hecho que muchos hombres opten por donar semen al margen de las clínicas reproductivas.
Además, los tratamientos de fertilidad no están destinados a los homosexuales, ya que según la ley son sólo para parejas infértiles o con riesgo de transmitir enfermedades genéticas.