No todo lo que reluce es oro y, por más ilusión que nos produzcan las vacaciones, siempre hay elementos de índole diversa que nos fastidian el merecido descanso.
No hace mucho publicábamos una entrada sobre ciertos problemas en hoteles de Madrid. Parece que en todos los sitios cuecen habas.
Una epidemia de chinches en Nueva York causa pánico entre ricos y pobres.
(de Timesonline)
De acuerdo con la US Pest Association, la plaga de chinches ha aumentado en un 71% desde 2001.
En el año 2009 se recibieron 10.985 quejas, de las que se pudieron comprobar 4.084. “Esos son sólo los casos denunciados” dice Jeremy Ecker, de la firma “Bed Bug Inspectors” (Inspectores de chinches). La empresa utiliza dos perros, especialmente entrenados para olfatear chinches en apartamentos, antes de recomendar a sus ocupantes la mejor forma de eliminarlas.
“El problema está por todas partes, está creciendo y no se detecta porque la gente tiene vergüenza de notificarlo. Consideran embarazoso confesarlo, además de que temen perder el piso o que le prohiban ir a su trabajo. Notamos al personal extremadamente preocupado”
La Oficina de Salud de la ciudad de Nueva York dice que “cualquiera que haya sufrido esa plaga sabe lo desagradable y estresante que resulta pero, aunque las chinches (Cimex lectularius)son un incordio, no representan un peligro para la salud”.
Sin embargo están lejos de ser unos bichos exterminables para aquellos que los han sufrido y para los científicos que los estudian. “Es una plaga, una epidemia”, dice un portavoz de la National Pest Association,”No se trata de una campaña para atemorizar a la gente en beneficio de nuestras empresas”.
A principios de mes, Linda B. Rosenthal, miembro de la Asamblea del Estado de Nueva York, renovó su petición de que se legisle para obligar a los propietarios de edificios a informar a los arrendatarios sobre los casos de plaga de chinches en los últimos cinco años. También propone que el Ayuntamiento facilite créditos hasta $750 por persona a aquéllos cuyos hogares han sido afectados por las chinches.
El problema se está internacionalizando, aunque sospechan que no se informaba al respecto. Los expertos están de acuerdo en que, el principal sistema de transmisión es viajar a algún lugar, dormir en una cama con chinches y llevarlos a otro sitio. Los bichos anidan también en la ropa de vestir y en las maletas. Algunos de esos expertos opinan que pasan de persona a persona en el transporte público. Pueden vivir en trenes, asientos de cine, mobiliario, etc.
Ciudades como Nueva York y otras metrópolis son paraísos para las chinches: alta población, gran número de pisos, gente siempre moviéndose de un lado a otro. En la última década, la plaga de chinches en Londres y las Midlands se ha triplicado. La National Pest Association publicará pronto un informe sobre la plaga de chinches en los USA y en Europa.
Lamento divulgar esta mala noticia, sobre todo en estas fechas vacacionales, pero la obligación de este Blog es informar a los amables lectores, por desagradable que sea el asunto. Estas cosas se evitan, como en mi caso, viajando al África ecuatorial, donde las picaduras de insectos y otros bichejos, quedan opacadas por la atención a otros ejemplares de mayor tamaño.