El jueves 26 regresamos a Nairobi, otra vez al hotel Mayfair, y después de descansar un rato fuimos al bar de Dominic. Nos recibió Nidia, una camarera que nos permitió comprobar la belleza y simpatía de la mujer keniata.
Dominic nos presentó a un grupo de las fuerzas vivas de Nairobi que estaban celebrando la votación del referendum
Mientras nos tomábamos unas copas, el bueno de Dominic nos llevó al salón de billar donde pudimos disfrutar de la visión de su peculiar mesa de juego. El bestia de Heinz tuvo que comentar que "en Alemania las mesas de billar son rectangulares" y se negó a jugar. Edna, Dominic y yo no encontramos dificultad en echar unas partidillas, que resultaron muy entretenidas.
El viernes a las 10 de la mañana salimos en avioneta hacia Samburu y la reserva de Buffalo Springs, en las praderas del norte del país.
Nos esperaba Joseph, nuestro nuevo guía que, como nos había dicho Dominic, era un tío de unos 35 años, bien plantado, con una altura que superaba los 1,80 de Heinz. Pasamos por la puerta de entrada a Samburu y nos trasladó hasta el hotel Saruni en otro potente 4x4.
Después de comer, Joseph nos llevó a dar una vuelta por los alrededores, advirtiendo que estaban sufriendo una tremenda sequía y que los depredadores andaban como locos buscando algo que llevarse a la boca.
A la media hora de camino, nos encontramos con una leona que pasó bastante cerca de nuestro vehículo. Efectivamente, se la notaba bastante vacía de tripa.
Poco después encontramos a otras leonas que parecía ni siquiera habían desayunado, por el aspecto que presentaban
Joseph estuvo de acuerdo conmigo en que regresáramos al hotel porque estos animales pueden ser muy agresivos cuando están de mal humor y sin nada en el estómago. Cuando vuelvan a la madriguera tendrán que aguantar las broncas de los machos por presentarse con las garras vacías. El león macho es una especie de "liberado sindical" del mundo leonino: está todo el día sin hacer nada y pretende que le traigan la comida a casa. Sólo se mueve cuando le apetece beneficiarse a alguna de las leonas.
El sábado haremos otra excursión por Buffalo Springs a ver si logramos ver a otros animales que no hayan huído de la sequía.