CATADOR DE COMIDA PARA PERROS:
UNA NUEVA PROFESIÓN(de oddity central)
Ver al propietario de un chucho "pispando" un par de friskys del plato de su mascota, es bastante curioso, aunque comprensible. Lo difícil de entender es que un fulano se gane la vida comiendo alimentos para perros.
Sin embargo, la "cata de comida para perros" es una profesión muy bien pagada en USA. Un empleo en el departamento de control de calidad en una fábrica de piensos, suele ser remunerado con unos €25.000 al año, para empezar y un experto profesional gana hasta 70.000 anuales.
Entonces, ¿cuales son las responsabilidades de un cargo tan bien remunerado ?
Pues bien, como el nombre sugiere, tiene mucho que ver con probar el alimento para canes para comprobar que cumple los altos niveles de calidad que ofrece la marca. Los catadores abren latas al azar de cada lote que va saliendo de fábrica, la huelen y saborean.
Estos profesionales reciben un entrenamiento especial para identificar los sabores que sean agradables o no para los perros. "Aunque el paladar de los perros es distinto al nuestro, el sabor es un factor importante para asegurar que los diferentes ingredientes están debidamente balanceados", dice Philip Wells, jefe de catadores de la empresa "Lily´s Kitchen pet food". El Philip dice que esa comida le gusta y que no tiene ningún problema en saborearla. Según él, la carne utilizada en su empresa procede de animales aptos para el consumo , con la misma calidad y frescura que establece la regulación federal americana sobre alimentación humana. No obstante, admite que hay otros productos para mascotas en el mercado que, aunque no los ha probado, "basta olerlos para que se te revuelva el estómago".
No es por fastidiar el chollo del Philip y sus empleados, pero me parecería mucho más eficaz y satisfactorio para los chuchos que se les preguntara, directamente a ellos, qué les parece la comida. Además de ahorrarle una pasta a la empresa, digo yo.
Normal. Dada la calidad gustativa de los yankees y sus gustos por su propia comida es lógica que la comida para perros les parezca igual de buena. Entre zamparse esas hamburguesas con kepchup y la comida para perros probablemente sea mejor la última.
ResponderEliminarTambién aquí hay muchísima juventud preparada para ser catadores de COMIDA PARA PERROS.
La calidad gustativa de los armericanos la heredaron de sus primos, los british y ya sabemos cómo se las gastan estos últimos. De todas formas, para inventarse un oficio no hay quien les gane.
EliminarLa juventud de aquí siempre está dispuesta a imitar las costumbres yankees, especialmente las malas.
Seguramente es bastante mejor que la de los americanos.
ResponderEliminarNo crea, don Mamuma, la calidad de los alimentos armericanos es excelente, lo que pasa es que no saben cocinarlos, mayormente por falta de aceite de oliva.
EliminarProfesión de alto riesgo, no ya por las cagaleras pitusinas sino porque esos bichos tan desagradables (los perros) son muy suyos para la comida y como vean a alguien que les quita algo de su plato le arrancan la cabeza.
ResponderEliminarComo la cata se realiza en la línea de fabricación, no creo que hayan perros por la zona defendiendo su comida. Otra cosa sería, como apunta, quitarles una muestra de su plato; ahí si que se la juega el catador.
EliminarYo he observado en los perros de un amigo que cuando algo les gusta se vuelven locos antes de abrir la lata del producto y olerlo, porque saben lo que hay dentro y les encanta. Que un tipo por 70.000 anuales les diga lo que les va a gustar me parece un tirar el dinero al agua. Más parece una maniobra del departamento de marketing diciéndole a los dueños que la comida de sus mascotas es buena hasta para las personas.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo; los chuchos distinguen las latas por el color y la forma, algunos hasta por el nombre del producto. Lo mismo sucede con los gatos, bastante más listos que sus colegas. Lucy, mi gata, sabía en qué estantería del super estaban las latas de whiskas, que era lo único que le gustaba.
EliminarPor partes, don Bwana:
ResponderEliminara) el perro que aparece en el retrato creo que es de cartón.
b) la corbata del catador no está centrada y es cateta a más no poder.
c) ¿para qué -coños- tiene en la mesa una copa de vino si a los perros no se les pone.
d) el catador tiene un cuchillo en la mano derecha, ¿acaso el chuco lo va a necesitar?
Eso sí, ni perro ni catador presentan servilleta.
Esto degenera, don Bwana, créame, ¿dónde se ha visto que le pongan vino al perro?
Contesto ordenadamente, tal como hace Vd., don Rataplán, con sus observaciones:
Eliminara) el perro que aparece en la primera foto le garantizo es de carne y hueso, ya que suele visitarme en compañía de mi hija menor.
b) estoy de acuerdo: es una pena de corbata.
c) supongo que la copa de vino del perro es una simple decoración.
d) ninguno de los dos va a necesitar cuchillo debido a la consistencia del alimento.
Ni servilletas ni manteles, un fallo garrafal en la etiqueta.
Esperemos que estos fallos no se extiendan y mantengamos un mínimo de educación en la mesa.