Anoche recibí la grata visita de Guillermo G.. un buen amigo de aventuras africanas, desde hace cuatro meses, directivo de una empresa de informática.
"Bwana", me dice, "me han calado la papeleta de presentar el regalo de despedida a nuestro director general, que deja la empresa dentro de unos días. Será un acto en la sala de conferencias, al que asistirán todos los jefes y empleados de la casa, unas doscientas personas. Ya he revisado con mis jefes lo que debo decir, que me tomará unos veinte minutos. Lo tengo todo preparado , pero estoy muy nervioso. Nunca he sido bueno hablando delante de más de dos personas y estoy pasando un mal rato solo de pensar en el evento. Como recuerdo lo bien que te expresabas ante los boskimanos te agradezco me des algun TIP para salir de este compromiso".
"Amigo Guillermo, le contesto, recordarás que mis discursos ante los boskimanos eran un 75% a base de movimientos manuales y otras gesticulaciones. Nunca he sido un buen orador, pero sí que he estado en algunos cursos de oratoria y recuerdo algunas cosas que pueden ayudarte:
1) No se te ocurra tomar algún calmante antes de tu exposición porque te quitan los nervios, pero se te va a olvidar hasta el nombre del agasajado.
2) Procura estar sentado tras una mesa, donde puedes disimular tus notas y no te verán parte del cuerpo. Si lo haces de pie, aunque tengas un atril sentirás más los nervios porque tu cuerpo está más expuesto a las miradas.
3) Inicia tu discurso con una frase graciosa en voz alta como, por ejemplo: ¿Hay alguién de podemos en la sala?.. Sirve para romper la tensión.
4) Durante la charla, dirige tu mirada hacia un grupo de conocidos y piensa que son los únicos asistentes. Ni se te ocurra mirar al agasajado ni mucho menos a tus jefes.
5) Ensaya tu discurso delante de un espejo hasta que lo sepas de memoria, aunque no pierdas las notas por si acaso.
6) Finalmente, el consejo más importante: en el futuro, procura escaquearte de estos eventos y déjalos para expertos en pelotilleo o amantes del micrófono,"
Guillermo se ha despedido, dándome las gracias, aunque sospecho que anda un poco mosca.
Excelentes reglas las que le ha dado a su amigo Guillermo. Y muy bien seleccionadas. Lo que me intriga es conocer cómo eran los discursos del Gran Bwana a los bosquímanos y respecto a qué temas.
ResponderEliminar¿Quizá les enseñó a saber distinguir entre occidentales tontos y occidentales muy tontos?
Entenderse con los bosquimanos requiere una gran habilidad y mucha paciencia. Hablan muchos dialectos mediante unas 80 especies de chasquidos producidos con la lengua y los labios, muy complicados de interpretar. Con los que habitan Botswana, en la reserva de caza del Kalahari, conseguí entenderme razonablemente bien, gracias a la imitación de los sonidos con el chasquido de mis dedos.
EliminarNo hablamos de los occidentales, sino de las autoridades de Botswana que tienen a estos grandes cazadores por el camino de la amargura.
Esperemos que le sena de provecho.
ResponderEliminarEs lo que yo espero, aunque con ciertas dudas.
EliminarImpecables reglas pero de todas me quedo con la última. Es la que mejor se me adaptaría dada mi fobia al micrófono y oratorias multitudinarias en general.
ResponderEliminarInteligente decisión la suya. Yo tampoco le tengo afición al micrófono por temor a las descargas eléctricas.
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