Un hombre demanda a una compañía aérea por las lesiones causadas por sentarse al lado de un hombre obeso
(de abc)
Un pasajero ha denunciado a la aerolínea Etihad por los daños en la espalda que sufrió tras tener que sentarse al lado de un hombre con sobrepeso.
Según recoge la edición digital del rotativo británico «The Guardian», el pasajero, llamado James Andres Bassos, ha presentado una denuncia en un tribunal de justicia de Queensland, Australia, en la que asegura que tuvo que contorsionarse en varias ocasiones durante un viaje de Sydney a Dubai debido a las grandes dimensiones de su vecino de asiento, lo que le causó daños severos en la espalda.
Además, Bassos también asegura en su denuncia que el pasajero, «que tenía un evidente sobrepeso», «tosió con frecuencia durante el viaje». Tras cinco horas de travesía, solicitó que le cambiasen de asiento, aunque la tripulación se negó. Media hora después, ante las continuas incomodidades, Bassos volvió a solicitar un nuevo asiento, y fue trasladado a un asiento destinado a uso de la tripulación
Sin embargo, tuvo que volver a su asiento original durante una hora más, y posteriormente, durante los últimos 90 minutos del viaje por motivos de seguridad.
La aerolínea asegura que es habitual compartir fila de asientos con pasajeros obesos y que, en cualquier caso, tal práctica no sería la responsable de las lesiones lumbares de Bassos. La juez encargada del caso, por su parte, rehusó ayer desestimar la demanda y ha emplazado al pasajero a someterse a un chequeo médico el próximo mes de diciembre.
Otro fallo más de las líneas aéreas: en su afán de meter más gente en los aviones, no disponen de asientos especiales para gordos.
Peor aún, algunas tienen la desfachatez de hacerles pagar dos asientos.
El pobre Bassos, además de los sufrimientos físicos durante un viaje tan
largo, tuvo que aguantar las toses del vecino, algo bastante molesto.
Otro fallo más de las líneas aéreas: en su afán de meter más gente en los aviones, no disponen de asientos especiales para gordos.
Peor aún, algunas tienen la desfachatez de hacerles pagar dos asientos.
El pobre Bassos, además de los sufrimientos físicos durante un viaje tan
largo, tuvo que aguantar las toses del vecino, algo bastante molesto.
Probe Bassos. Buena le cayó. Las cías de aviación tienen dos opciones : o poner asientos para tipos elefantiásicos, o disponer de empleados que midan los traseros de cada aspirante a pasajero que solicite un billete para volar.
ResponderEliminarEl mutiko de la foto estaría mucho mejor si lo alojaran en viones militares de CARGA. De esos que transportan camiones.
Nunca me ha tocado de vecino en un avión a un obeso de esa categoría, por fortuna. Sí he tenido la mala suerte de tener al lado a un fulano catarroso y le aseguro que es como para cambiarse aunque sea al WC. El pobre James tuvo que padecer ambas molestias, por lo que no me extrañan sus averías físicas.
EliminarA ese pobre hombre le hubiese ido mejor hacer un Melendi, liarla mucho y hacer que lo dejasen en tierra,he sufrido durante su testimonio como si me pasase a mí. Esto se está convirtiendo en un problema muy, muy gordo.
ResponderEliminarNunca mejor dicho, es un problema gordísimo.
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