Ante la proximidad de la temporada de playas, la mayoría de los españoles ya estamos ansiosos por ubicarnos en la arena, extender tumbona o toalla frente al mar y disfrutar del aroma y el rumor de las olas. Una tarea dificultosa, en muchas ocasiones, debido a la cantidad de aspirantes al sitio. Los polacos, como se observa en la foto, han solucionado el asunto, con unos separadores de espacio vital que evitan contactos indeseados con vecinos y marcan bien el territorio.
No le veo mucho éxito al invento, si se pretendiera una solución similar para nuestras playas. Aparte de que estaríamos más apretados, por la cantidad de personal, el problema de la ubicación en primera fila subsiste, a menos que se instalen accesorios de varios pisos en esa solicitada parcela. Otra pega que noto es la ausencia de tejado, toldo o similar, que siempre viene bien, a la hora de comer la tortilla de patatas exenta de arena o de deposiciones de gaviota, lo mismo que para dormir una siesta protegido de la solana.
Ese sistema POLACO sería el ideal pero imposible de aplicar en La Concha o en Benidorm por razón de espacio. Se necesitarian arenas de playa de un par de kilómetros de fondo entre el agua y la entrada a la playa.
ResponderEliminarMe ha llegado al corazón su detalle de que ahí falta algo para ECHAR LAS SIESTAS.
Supongo que, al mencionar La Coruña, se refería Vd., por asociación de ideas, a la playa de Riazor, donde las aguas tienen una temperatura similar a las del mar Báltico, que baña las costas de Polonia.
EliminarOtro de los problemas en nuestras playas, que dificultaría la instalación del sistema polaco, son los incontables aficionados al tenis-pingpong, que pretenden emular al Santana, dando la lata con las pelotitas.