Inventan máquina infalible para adelgazar: aspira comida directamente desde tu estómago
(de tecnología.com)
Uno de los inventos que más se persiguen desde hace años es aquél que te permita perder peso a voluntad pero no de cualquier forma; obviamente la meta es conseguirlo sin tener que sudar realizando ejercicio físico y, por supuesto, sin dejar de comer todo aquello que te gusta. Más que nada por no alterar la sociedad consumista en la que vivimos. Este invento podría ser el candidato ideal en este sentido si no fuera porque se trata de una forma digamos ‘extrema’ de conseguirlo, aunque parece que funciona al 100%: una máquina que absorbe comida directamente desde tu estómago y la expulsa fuera de tu cuerpo. Repugnantemente efectiva.
El invento funciona de esta forma: en primer lugar te implantan en tu estómago una válvula conectada a un dispositivo externo a través de un tubo. Te sientas delante de un banquete y empiezas a comer. A los 20 minutos de haber terminado el dispositivo se pone en marcha y comienza a ‘aspirar’ comida directamente desde tu estómago, lanzándola fuera. Literalmente sería el equivalente a vomitar, aunque sin notar efectos desagradables (al menos si no piensas lo que está ocurriendo).
Una vez que has terminado entra en funcionamiento la segunda parte. El mismo dispositivo comienza a bombear agua desde una bolsa directamente en tu estómago, de esta manera no notas ‘sensación de vacío’. Básicamente se trata de un engaño, eliminas comida y la sustituyes por agua mientras que tu cerebro mantiene la sensación de saciedad puesto que has comido hasta rebañar el plato con media barra de pan.
Como resultado lo que obtienes es un 30% menos de calorías por comida. De hecho ya lo han probado en voluntarios que han perdido en poco tiempo la mitad de su exceso de peso y comiendo todo aquello que querían.
No sé lo que opinaran los galenos al respecto, pero el invento tiene buena pinta. Se acabaría con esa pesada dieta y con los engorrosos ejercicios físicos . Una bendición para golosos y perezosos.
Por poner alguna pega, espero que el aparato tenga un depósito para recoger esa comida que "lanza fuera", pues resultaría un espectáculo poco agradable para las personas que nos acompañan e, incluso, para el propio usuario.
Lo siento, Don Bwana, pero ese invento me suena y huele a guarrada "in corporis".
ResponderEliminarCuánto más digno lucir una barriga cervecera, bien lustrosa y proporcionada, con mofletes rojizos y mirada de persona pacífica.
Tengo, además. la sensación de que quienes más barrigones suelen estar a partir de la cuarentana son los germanos y los anglos.
Personalmente me intriga el hecho de que mayormente son los gitanos los que lucen un cuerpo más estilizado y habría que investigar ahí el porqué dado que no son aficionados a ir a gimnasios ni a hacer inutilmente (sin necesidad de huir de los guardiasibiles) footing.
Es cierto lo que dice, Don Javier: todavía no he conocido al primer gitano gordo. Yo pensaba que era por asimilación a esos galgos que suelen acompañarlos, o por las carreras delante de guardiasiviles, pero es posible, como sugiere, que tengan la fórmula perfecta para deshacerse de esas barrigas. Seguramente no será un procedimiento tan agresivo como el que se describe arriba.
EliminarPues el invento funciona mejor de lo esperado. A mí, leyendo sobre el asunto se me ha puesto muy mal cuerpo y se me han pasado las ganas de comer para un buen rato. Me gustaría saber qué opinaría un etíope hambriento sobre estos inventos occidentales. Más que nada por aprender insultos nuevos.
ResponderEliminarPor lo que dice, es posible que ese efecto colateral del instrumento sea su mejor cualidad.
EliminarLos etíopes, desde que los invadió Musolini, no tienen muy buena opinión sobre los europeos, sobre todo los de orígen latino. Yo tuve que hacerme pasar por noruego cuando los visité en 1995.
Puede llamarme antiguo, pero yo, si me como un chuletón, y por mucho que engorde, prefiero ser yo quien lo expulse al exterior de la manera convencional. Y si es al tercer día según las escrituras, mejor que al primero.
ResponderEliminarSaludos.
Me parece bastante inteligente su determinación de expulsar al exterior ese chuletón , de la forma convencional pero, sin ánimo de polemizar, me parece excesivo ese plazo de tres días, aunque esté en las Escrituras. Ese sabroso alimento habrá depositado en nuestro cuerpo serrano todas sus esencias en menos de 24 horas
EliminarSaludos.
Lo que no engorda es lo que no te comes, la gente tiene mucho tiempo libre y mu poca vergüenza, sólo le ha faltado añadir el típico complemento a toda dieta que se precia que siguen todas las gordas, y que a la vista está es una medida súper eficaz, la ingesta diaria de varios litros de agua,
ResponderEliminarMe alegra ver que siguen todos Vds al pie del cañón y de manera siempre brillante.
resumiendo, gorda + botella de agua = cosa tonta (mucha aguita pero no la verá hacer ejercicio ni probar lo del déficit calórico)
¡Vaya alegría verle de nuevo por aquí! Temía que estuviera Vd. liado con el tema griego.
EliminarAyer empecé mis sesiones de piscina, con la mala suerte de caer cerca de un grupo de morsas en bikini con sus clásicas botellas de agua y su mala costumbre de tomar el sol, para luego fardar de que han estado en Benidor.