viernes, 13 de marzo de 2015

SER PRECAVIDOS


Emprendedor japonés inventa un artilugio que proporciona 10 minutos de tiempo para localizar un WC.
(de odditycentral)

Existen muchos anuncios que nos recuerdan que hay que beber agua frecuentemente, o que es bueno hacer ejercicio físico. pero aquí está un artilugio que te permite saber que tienes que buscar un toilet con premura.  "Triple W"  una empresa japonesa, radicada en California (USA), ha sacado al mercado una nueva tecnología que controla los movimientos intestinales y que predice sus consecuencias, dando al usuario diez minutos de tiempo para que busque un retrete.

Parece algo cómico, pero puede resultar muy útil para personas cuyo trabajo solo permite recesos reglamentados o para aquellos que sufren de incontinencia. 

Todo lo que se precisa es colocar el artilugio en el estómago y conectarlo al smartphone. .Unos sensores detectarán cualquier movimiento de los intestinos, enviando un mensaje a su móvil con diez minutos de antelación. El aparato lleva un registro de sus movimientos intestinales que le permitirán conocer  sus hábitos diarios y mejorar la precisión de las alertas. 

Me da la impresión de que esa empresa japonesa está tomándole el pelo a los californianos y sus vecinos. porque no creo que tanta gente tenga averiado el detector de movimientos peristálticos que los humanos traemos de fábrica y que nos permite programar nuestras deposiciones con la debida antelación y sin necesidad de urgencias. Un camelo, proclamo. 

10 comentarios:

  1. Un CAMELO, sí señor. Pero adecuado para los siempre modernizados "a lo último". Y se venderá. Al japo ese la próxima que le ocurra podría ser del estilo de un parato que detecte que nos ha crecido el pelo y hay que ir a la pelu.

    Sospecho que los japos están convencidos de que los occidentales estamos cuasi totalmente ATROFIADOS de mente. Y no me extraña nada que tengan esa percepción.

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    1. Lo que les pasa a estas gentes es que han perdido la confianza en su musculatura debido, posiblemente, a tanta dependencia del teléfono móvil y similares, IPads incluídos.

      Creo que su sospecha está justificada: todos los orientales nos tienen bien calados.

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  2. Con un pequeño sismógrafo sería suficiente ¿y cómo argumento yo esto?. Muy sencillo.

    LLaman por teléfono, coge el teléfono la sirvienta...

    - ¿está la señora?
    - sí
    - podría decirla que se ponga
    - No puede, está cagando

    (la señora lo oye y le cae la del pulpo, le dice que para la próxima no se puede decir eso, que hay que buscar una alternativa más educada, vamos, un eufemismo)

    (varios días después)

    - ¿está la señora?
    - sí
    - podría decirla que se ponga
    - No puede, está solucionando un asunto importante
    - ¿tardará mucho?
    - No creo, se iba peyendo por el camino

    Conclusión, antes de la descarga vienen las explosiones (de ahí el pequeño sismógrafo), lo cual anuncia cagalera.

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    1. Muy interesante e ilustrativa su exposición sobre las imprudencias del servicio. Sin embargo, permítame que dude de la eficacia de ese sismógrafo que tanto recomienda, ya que, :en muchas ocasiones, las descargas no son precedidas por las explosiones, sino que se producen simultáneamente. Por consiguiente, resulta temerario abrir la compuerta para soltar una explosión sin estar debidamente ubicado en donde corresponde.

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  3. Los japoneses, caa vez inventos más complicados y rebuscados para asuntos más sencillos y naturales. Daría para reflexionar sobre los distintos tipos de inteligencia. Ser capaz de hacer un robot y sin embargo no saber nada de tu vientre.

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    1. Tiene razón, es difícil comprender cómo son tan inteligentes para las cosas complicadas y, por el contrario, se complican la vida con cosas que a nosotros no nos preocupan en lo más mínimo.

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  4. Pues no es mala cosa para los apretones traidores

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    1. Para los que ya pintamos canas, esos apretones han sido totalmente domesticados y no necesitamos esa clase de aparatos.

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  5. Pues puede ser una buena idea.

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    1. Permítame que lo dude, Don Mamuma. Lo mejor es la propia conciencia.

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