El lugar de los hechos |
El banquete fue contratado por una familia con acento "de Europa del Este", aunque aseguraron ser vecinos de un pueblo cercano.
(de LD)
Más de 100 personas se marcharon sin pagar la cuenta de un restaurante de Bembibre (León), este lunes, protagonizando uno de los simpas más masivos no ya de la comarca de El Bierzo, tal y como señala InfoBierzo, sino, quizás, del país.
Los estafadores celebraban un teórico bautizo con 120 comensales. El banquete, amén de la comida y cena típicas, incluía 30 botellas de whisky. El establecimiento, incluso, había preparado un refuerzo de camareros para el servicio.
Antes de terminar el banquete, una pequeña orquesta empezó a tocar hasta que el personal de establecimiento se preparó para servir la tarta. Entonces, los invitados cogieron sus pertenencias y abandonaron el local. "Cuando fuimos al comedor a servir la tarta, habían desaparecido", dice el propietario.
Mientras los comensales huían, el personal pudo tomar nota de algunas matrículas. Según InfoBierzo, el banquete fue contratado por una familia con acento extranjero, "posiblemente de Europa del Este", aunque aseguraron ser vecinos de San Miguel de las Dueñas –localidad integrada en el municipio de Congosto-.
Desconocía que hubiera "un acento de Europa del Este", pero la proporción de 1/4 de botella de whisky por persona, me parece muy propio de gente de la zona. Casi alcanza al 1/3 que solían ventilarse en mis tiempos mozos caraqueños.
Una buena pachanga, en resumen y, además, por la cara.
A lo peor los del restaurante no se dieron cuenta de que el acento era del barrio de Triana de Sevilla porque en esa zona del Bierzo poco deben oirlo.
ResponderEliminarPosiblemente fueran calós de los que miran por encima del hombro a los payos y ni se molestaron en abonar nada. Lo raro es que los del establecimiento no cobraran por adelantado algo y no tuvieran más datos sobre los contratantes del evento.
Malos hosteleros.
Su teoría sobre el incidente tiene sentido. Incluso es posible que se tratara de calós rumanos, muy abundantes por estas tierras.
EliminarLo que asombra es la inocencia de los del restaurante.
He visto, por la tele, que la factura ascendía a €2.000, lo que me hace sospechar que el whisky era de garrafa.
Bueno, cien personas no desaparecen así como así sin que nadie se de cuenta. O son descendientes de Houdini o los hosteleros con muy despistados...
ResponderEliminarSaludos.
También me lo ha parecido a mí. A menos que los invitados se hubieran agenciado un autobús, con el motor encendido a los postres.
EliminarSaludos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCalle, calle, no ponga sobre aviso al resto de empresarios hosteleros...que me va a joder los simpa (estamos entrenando y la parienta, la princesa y quien suscribe recogen bártulos, salen a la calle y se camuflan con la muchedumbre en 2,5 segundos).
ResponderEliminarEn algunas ocasiones me recreo en mi suerte y antes de salir (y durante la carrera) suelo picotear algo en la barra, una especie de time lapse de película
Con ese record de 2,55 segundos, no tiene Vd. motivo de preocupación, por muy alertas que estén los del establecimiento.
EliminarRecrearse en la suerte y picar en la barra, a la salida, me parecería bien si hubieran tapas de pastelitos de nata, por lo menos.
El otro día me asombró comprobar en las noticias que aún quedaban rumanos en Rumanía vistos los que pastan aquí, y en este caso nunca mejor dicho, pastando "de gratis", ocasión para recordar el vídeo casposito que le molaba al colega que narraba como nadie las bodas chonis...
ResponderEliminarSaluditos.
Veo que, como yo, ha relacionado "calós" y gente del este de Europa, con rumanos. Según tengo entendido, el espacio que van dejando en su tierra los rumanos que vienen aquí, los van llenando búlgaros, que tampoco son mancos.
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