viernes, 31 de marzo de 2017

NUEVAS FORMAS DE RELAJARSE



Sentirse mejor abrazando vacas
Una granja holandesa ofrece una curiosa forma de relajación a 45 euros la sesión.

(de la voz de Galicia)

Las terapias antiestrés se diversifican cada vez más. En Holanda, la última novedad pone en contacto a los trabajadores más agobiados con el medio rural. Una granja del sur del país ofrece relajarse abrazando vacas al módico precio de 45 euros

Los dueños de la instalación aseguran que ejecutivos, policías y funcionarios acuden con frecuencia para ponerse en contacto con la naturaleza y olvidarse de las tensiones de la vida laboral. El precio incluye una charla previa que instruye a los clientes sobre la sicología de las vacas, y luego hacen representaciones gráficas de los animales.

Luego, entran en contacto con los animales, los abrazan e incluso pueden llegar a dormir la siesta con ellos. Los responsables de la granja aseguran que para las vacas también es beneficioso, y que algunas llegan a duplicar su producción de leche tras una sesión.

Sí, ya sé que las vacas holandesas están impolutas  pero, ¿quién me garantiza que sus  compañeros sentimentales se encuentran estabulados y a prudente distancia?  Un toro celoso tiene que ser la muerte....

Por otra parte, ¿son tan limpias que ni siquiera soltarán una de sus terribles ventosidades cuando uno se encuentre en pleno relax?

Definitivamente, prefiero otra terapia menos peligrosa, como pudiera ser bailar un tango con M.J.

2 comentarios:

  1. Dejemosles las vacas a los holandesas, esos semi-germanos casi tan peligrosos como los belgas en cuestión de "inventos", y nosotros ya nos relajaremos con un buen tango o una polka bailada con ANGIE C.
    Y los polis que se dediquen a relajarse con un punching o saco de boxeo colgado sobre su cama.
    Y a algunas damas muy nerviosas les vendría de maravilla ejercitarse con ese saco antes de salir de casa.

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    1. Veo que tiene vuestra merced perfectamente clasificados a los naturales de esos pequeños, pero importantes países. Se lo confirma quien conoce el percal, no solo por relaciones laborales sino por otras más personales, como haber tenido un yerno de Bruselas.

      Respecto a relajarnos con Angie, me parece que sería mejor con un bolero que, me parece, lo baila mejor que la polka.

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