miércoles, 1 de marzo de 2017

ECOLOGISMO

¡HOLA! Aquí de nuevo, después de haber sobrevivid a varias sesiones de tortura a manos de un discípulo del Dr. Mengele, disfrazdo de dentista. 

Empiezo el mes de marzo con un conmovedor ejemplo de cómo deben tratarse a los bichos, por asquerosos que parezcan: 

Una mujer pisa un caracol y lo lleva al veterinario para que le reconstruyan el caparazón

(de antena3)

Los caracoles están formados por dos partes, el cuerpo y el caparazón. Este último cumple una función muy importante: protege su cuerpo contra cualquier agresión y hace que pueda resguardarse. Además, a manos de un humano, es muy frágil.

Tal y como recoge La Stampa, una señora pisó un caracol sin querer y destrozó su pequeño caparazón. Lejos de abandonarlo, se acercó a una clínica veterinaria de Israel para que salvaran a este pequeño animal. Una historia curiosa que tuvo un final feliz gracias al empeño de los veterinario.



La reconstrucción fue fotografiada y publicada en la página de Facebook de la Clínica. ''Para reparar el caparazón necesitamos mucha paciencia y precisión. Lo hicimos de manera en que el pegamento se mantiene fuera de la concha y no penetra en el interior'', explicaban los veterinarios.

Durante la intervención, el caracol se mantuvo tranquilo y paciente sobre su ''mesa de operaciones'' mientras le reconstruían esa parte tan importante de su cuerpo. Al terminar la operación, el caparazón fue completamente reparado y el caracol tuvo la oportunidad de volver a entrar en él.



'Chevy', que así lo apodaron, fue hospitalizado y allí pudo disfrutar de cantidad de verduras frescas. Una historia que demuestra que el amor por los animales, sea cual sea su especie y su tamaño, sigue presente.


Hete aquí un caso de auténtico fervor por la Naturaleza. Se acabó éso de pisar una hormiga y quedarse tan pancho. ¡Matamoscas a la basura"

4 comentarios:

  1. Qué gusto volver a leerlo por estos sites.
    Lo de la dueña de ese caracol y su veterinario son dignos de ser conocidos ya que merecen un buen reconocimiento. Pero de ahí a respetar a las moscas hay la misma diferencia que la de ser amigo de los animales dejándose comer por un cocodrilo hambriento.

    Ya lo dijo DON PIO BAROJA : las tres cosas más molestas para la Humanidad son :las moscas, los curas y los carabineros.

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    1. Gracias, Don Javier.
      Estoy de acuerdo en que las moscas molestan más que los caracoles, además de que éstos sirven de alimento a personas osadas, entre las que no me encuentro. Otra cosa son los bígaros, o caracoles de mar, que he consumido en cierta ocasión,mientras estaba distraído visualizando algunas mozas en bikini.

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  2. ¿Y el interior? Porque el caparazón es su casa y supongo que dentro habría muebles y enseres...
    Saludos.

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    1. Me temo que la casa del caracol carece de mobiliario y enseres, razón por la cual siempre andan reptando, como las culebras.
      Saludos

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